Es clara la importancia que implica para la identidad del pueblo mexicano una persona-personaje como Pedro Infante. Tal vez su gracia no la constutiye cada una de sus cualidades artísticas por separado: ni su canto ni su interpretación ni su versalitilidad actoral. No. Ése no es su fuerte. Su fuerte está en esa MEZCLA única de todas esas cualidades, mezcla rara y atractiva a la vez, tanto para los hombres que buscan -o buscamos- tener en ciertos momentos todas esas cualidades que mezclan nobleza, valor, ternura y un sinfín de otras, como para las damas que lo han idolatrado y siguen idolatrando en los centeneres de blogs y posts a lo largo de la la web.
Pedro Infante, insisto, es esa mezcla rara que nunca más se dio en el cine mexicano, tal vez porque hoy vivimos en una época menos ingenua, pero que echa de menos esas historias y ese cine de una época llamada de Oro.
Más adelante seguiré comentando sobre este artista, al cual descubrí por casualidad, debido a mi gusto por el cine, un día de 2005.
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